FUNCIÓN SOCIAL DEL ARTE (IMAGEN) EN LA HISTORIA
La pintura es una de las
actividades humanas más antiguas en la historia del hombre, convirtiéndose en
una de las expresiones de mayor importancia para definir y caracterizar una
época y la realidad que la rodea, temas y motivos son diversos y tienen
directa relación con los autores y el tiempo que viven, así como las técnicas
han variado a lo largo de la historia.
Introducción: El arte es necesario para el ser humano,
transmitido a lo largo del tiempo. La imagen en ocasiones ha estado
oprimida por la censura. Se trata de una actividad constructiva y productiva,
un vehículo de comunicación para transmitir experiencias.
Las imágenes han cumplido diferentes funciones a lo largo de
la historia. Cada época se ha caracterizado por la utilización de la imagen
para expresar sus propios valores culturales, es decir, para representar sus
ideas y creencias.
PREHISTORIA
Las primeras imágenes se encuentran en las pinturas
rupestres, en donde el hombre reflejaba su existencia, en ellas se encuentran
las primeras manifestaciones de plasmar la imagen, y su interacción con el
entorno. La sensación de realismo lo obtenían por medio del volumen, aprovechando
el abultamiento natural de la roca, con movimiento y policromía, se cree que
estas pinturas cumplían un ritual mágico.
Pintura Paleolítica
franco-cantábrica:
En esta zona una sociedad cazadora se
especializó en pintar animales en las paredes de las cavernas con las
siguientes características:
-Animales de gran tamaño y
dotados de gran naturalidad.
-Técnica polícroma.
-Volumen dado gracias al
aprovechamiento de las protuberancias de la pared
Entre las múltiples
interpretaciones de los signos pintados destacan las de los franceses Breuil y
Leroi-Gourhan.
Para Breuil, las pinturas son
expresiones místicas que favorecen la caza (al representar un animal
acribillado se aseguraban el éxito en la próxima batida, por ejemplo).
Por otro lado, Leroi-Gourhan
rechazó la idea de Breuil proponiendo que algunas pinturas eran parte de ritos
de iniciación relacionados con el paso de adolescente a adulto, y que la
situación de los animales respondía a un patrón fijado (los équidos y bovinos,
en el centro, representarían lo masculino y lo femenino; frente a los cérvidos
y cápridos pintados a su alrededor, así como en la entrada y fondo de la cueva,
que formaban símbolos sobre sus creencias del Universo).
Siglos después, el hombre agrupado en sociedad,
desarrolla el arte pictórico con representaciones de su forma de convivencia,
sus creencias. Los egipcios pintaban las tumbas de sus faraones con
representaciones mitológicas y escenas de la vida cotidiana, como la caza, la
pesca, sus celebraciones.
En el arte Griego se pueden ver los deportes y juegos de
la época y sus temas más recurrentes eran los guerreros, las luchas y las
danzas.
Los romanos decoraban sus villas con frescos de
bodegones, mitos, paisajes, naturaleza muerta, escenas cotidianas y retratos de
la clase imperial. En el siglo V la pintura cristiana adornaba las iglesias con
la idea de contar la vida de Jesucristo, la Virgen y sus Santos.
A lo largo de la historia se han venido sucediendo
diferentes estilos y métodos artísticos con diferentes finalidades, se
encuentra un nuevo lenguaje, la semántica de la obra de arte y la pintura
trasmite las leyes de la comunicación por medio de signos y figuras, la
expresividad en la línea y el color, según la época.
EDAD MEDIA
En la Edad Media, todos los
aspectos de la vida estaban influidos por la religión y la Iglesia era una
institución con un fuerte poder político. El Papa afirmaba que su poder se
hallaba por encima de cualquier otro, incluso del de los reyes y solía mediar
en los enfrentamientos entre los señores feudales. Al mismo tiempo, la Iglesia
era propietaria de grandes extensiones de tierras y señoríos, los que,
distribuidos por toda Europa crecían cada vez más gracias a las donaciones y a
los impuestos que recolectaban, otorgándole, un importante poder económico…
El poder y la influencia de la
Iglesia en la Edad media se extendió al ámbito cultural. Los monasterios, más
allá de su función religiosa, cumplieron un importante papel cultural, porque
sus monjes -los únicos que sabían leer y escribir- confeccionaban los libros de
la época, escasos y muy valiosos. Fueron ellos quienes conservaron las obras de
la antigüedad clásica y traducían del griego o romano al latín los manuscritos
y los textos que eran empleados en los oficios religiosos. El clero también estaba
a cargo de la educación, enseñando lectura, escritura, doctrina cristiana y
canto.
Durante los largos siglos de la
Edad Media, la mayor parte de la población era analfabeta, y se imparte
doctrina religiosa a través de la pintura, la escultura, los retablos, la
orfebrería, las catedrales y toda la imaginería sacra. Sin embargo, aunque el
cristianismo admite la imagen, son continuos los enfrentamientos entre los
valedores de las imágenes y los espiritualistas defensores de la escritura que
prefieren una fe "más racional" y menos apegada a los sentidos, como
único vehículo de comunicación con Dios.
El judaísmo prohíbe representar a
Dios con una imagen, la palabra de Dios basta; y más lejos lleva esta consigna
el islamismo. En los primeros dos siglos del cristianismo sucede algo
similar, el cristianismo nace iconoclasta hasta que hace su aparición una
abundante idolatría con gran proliferación de imágenes ya que el culto se
alimenta y acrecienta venerando las representaciones de Dios, la Virgen, los
santos, etc. Además de tener una función decorativa, la imagen cumple otra
función esencial: formar y adoctrinar a una población iletrada.
En la pintura renacentista, la
ventana es la perspectiva, la mirada a través, la pirámide visual imaginaria
que llega hasta el objeto. Aquí cobra tanta importancia el objeto representado
como el sujeto que mira. La perspectiva se convierte en la estructura del
espacio, la luz en la realidad física y los volúmenes y masas confieren la
concreción de los objetos y las cosas. En el Renacimiento se introducen los
temas profanos, mitológicos y de la naturaleza y las imágenes ya no son
únicamente propiedad de la iglesia, sino de una nueva clase social en despegue:
la burguesía. La pintura renacentista responde a una nueva concepción del
mundo, a un nuevo antropocentrismo en el que se destaca la individualidad del
sujeto y la ilusión y el deseo de éste de apropiarse y comprender la realidad.
EN EL RENACIMIENTO
EN EL RENACIMIENTO
Con el avance en lo científico en
el S. XV aproximadamente, se deja atrás 11 siglos de oscuridad que abarco toda
la Edad Media. El hombre en el Renacimiento vuelve a la cultura Greco-Romana
tras los descubrimientos y hallazgos realizados. El “descubrimiento” de Amércia
es algo muy importante Nace el interés por la naturaleza,la armonía de las
composiciones por medio de la aplicación de leyes teóricas. Nace el humanismo
( Anhelo de acercamiento racional a la naturaleza) con Erasmo de Rotterdam
y el estudio como método científico en ámbitos muy variados :
Anatomía, geometría, astronomía . Del geocentrismo y teocentrismo medieval se
pasa a la cultura antropocentrista.
Nace el capitalismo, hay
más intercambio comercial, más oferta, más demanda. Y con él aparece una burguesía
acomodada. El artesano se convierte en artista, y aparece la figura del mecenas.
Muchas creencias que se
impusieron durante la Edad Media para mantener el poder, fueron derrumbadas, y
el pensamiento lógico, la razón cobra mayor importancia que el pensamiento
divino, o celestial.
En este sentido, las obras de
arte comienzan a separarse de la Iglesia solamente, para pintar temas mitológicos
de Grecia, Roma y temas con mayor sentido patriótico. Los quienes comienzan a
tomar poder, la burguesía van a ser los nuevos clientes de los artistas. Si
antes el artista era visto como alguien que tenia el don divino de realizar las
representaciones graficas de escenas religiosas, ahora el artista es visto como
un individuo y por lo tanto es reconocido como tal, como artista y comienza a
firmar las obras
El arte como ciencia.
El arte como ciencia.
Todas las obras de arte del
Renacimiento poseen unas características comunes debido a que los artistas
tienen ideas comunes que quieren expresar. La primera y más importante de estas
ideas es la voluntad de hacer del arte una ciencia. Esto se consigue construyendo
el cuadro a partir de las reglas matemático-geométricas de la perspectiva.
Para conseguir un arte regular y
mesurado, los renacentistas utilizaron una línea de dibujo clara, delimitada y
continua. Podemos apreciar dicha línea al observar un cuadro muy de cerca.
Entonces nos damos cuenta de que las líneas que configuran el motivo tienen un
sentido, y que son la línea de un dedo o la línea de una nariz.
Pero si tenemos en cuenta la
claridad buscada por el Renacimiento, podríamos afirmar que el “sfumato”,
técnica creada por Leonardo da Vinci, no es típicamente renacentista. El
“sfumato” diluye los contornos de las cosas, desdibujándolas y presentándolas
como si las viésemos a través de una cortina de humo
SIGLO XX
La popularización de la imagen no
llegó hasta el siglo XIX. Hacia 1839, el daguerrotipo (uno de los primeros
procedimientos para fijar fotografías) permitió una reproducción instantánea de
la imagen, transformando la concepción de la imagen, más asequible y barata
para más gente.
La evolución ha continuado hacia
una imagen al alcance de todos: cámaras web, fotografía digital, teléfonos
móviles, etc. Por ejemplo, la fotografía satélite que aparece en la página
www.meteosat.es o la imagen del futbolista Beckham para la marca de videojuegos
Nintendo. Aún hoy, el ser humano trata de conseguir la imagen que más
exactamente represente la realidad.
Una de las funciones más claras,
ha sido la búsqueda de la emoción estética, ya que desde siempre el arte
ha servido como vehículo de expresión de necesidades interiores y de
sensibilidades emocionales.
Otra ha
sido la función utilitaria, de la que nos ilustra sobre todo la
arquitectura, cuya finalidad básica viene marcada por su función de espacio
creado artificialmente.
También
destaca la función mágica, ya que tanto rituales de fertilidad o
funerarios, como de cacería o de guerra, por ejemplo han servido para
transmitir formas artísticas a lo largo del tiempo. Pensemos por ejemplo en una
de las interpretaciones más difundidas de la pintura rupestre del Paleolítico,
que atribuye al objeto representado “poderes” mediante los cuales se captura el
espíritu del animal, para que la cacería sea propicia.
Otro capítulo
importante lo constituye la función didáctica, ya que en muchas culturas
iletradas la imagen es una buena substituta de las palabras cuando se busca
instruir a las personas. Normalmente se trata de imágenes simples, que
transmiten el mensaje de una forma directa, fácilmente comprensible. Nos puede
servir como ejemplo para ilustrarlo las pinturas de las catacumbas
paleocristianas en Roma o los “catecismos en piedra” que son las portadas
medievales.
Diferenciamos
de la didáctica otro tipo de función a la que podemos denominar persuasiva,
que se distingue de la anterior porque las imágenes tratan de convencer, de
involucrar al espectador, como puede ser el caso de los carteles publicitarios.
La
función ideológica encierra varios conceptos, tanto el de transmisión
de un pensamiento social o político, como la defensa o justificación de una
imagen de poder, lo que conocemos como arte áulico.
A partir del siglo XX, la verosimilitud deja de ser un atributo de la pintura. La fotografía supuso un revulsivo para la representación de la realidad y la pintura toma entonces otros derroteros. En su primera época es la fotografía la que imita a la pintura. Las fotografías y los carteles litográficos imitan las técnicas pictóricas tanto en los temas como en las formas, aunque poco a poco inician su propia andadura. Lo cierto es que la fotografía es el medio que va a recoger esa legado de servir de analogía del mundo real y, por lo tanto, la pintura se puede dedicar a otros menesteres. La pintura deja de ser el medio hegemónico de representación visual de la realidad y cede esta hegemonía a los nuevos medios icónicos de masas. El primer paso que debe tomar la pintura para independizarse del mundo real es romper con el marco, romper con la perspectiva y la tridimensionalidad y romper con la ventana abierta al mundo.
Así pues, no hay una sola forma de
mirar y entender las imágenes, la interpretación de la imagen ha variado a lo
largo de los siglos.
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